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Fraude alimentario y en el etiquetado de los alimentos

Fraude alimentario y en el etiquetado de los alimentos

El fraude alimentario se define como toda acción deliberada destinada a engañar al consumidor en cuanto a la naturaleza, composición, origen o calidad de un alimento, siempre con ánimo de lucro. Este tipo de prácticas no solo afectan a la economía del sector, sino también a la seguridad alimentaria, la confianza del consumidor y la trazabilidad dentro de la cadena alimentaria.

La peritación veterinaria en materia de fraude alimentario es esencial para detectar, documentar y probar irregularidades tanto en los alimentos como en su etiquetado. Los informes técnicos permiten determinar si existe manipulación, falsificación o incumplimiento de las normas de calidad y seguridad alimentaria.

A) Fraude en los propios alimentos

El fraude puede manifestarse en múltiples formas, desde la alteración de ingredientes hasta la falsificación de procedencia o propiedades. Entre los más comunes destacan:

  • Fraude sobre los ingredientes: adición, sustitución o alteración deliberada de componentes para reducir costes o modificar características (por ejemplo, añadir azúcar a la miel o agua a la leche).
  • Declaraciones engañosas: etiquetado falso respecto al origen, método de producción o beneficios nutricionales (pescado de piscifactoría vendido como “salvaje”).
  • Fraude sobre la calidad: manipulación que afecta el valor sensorial o nutritivo.
  • Contra la pureza: presencia de contaminantes, residuos o sustancias no declaradas.
  • Contra el estado de conservación: productos descongelados vendidos como frescos.
  • Contra la identidad: sustitución de una especie animal por otra de menor valor comercial.

B) Fraude en el etiquetado de los alimentos

El etiquetado es la principal herramienta de transparencia hacia el consumidor. Cualquier error, omisión o falsificación en su contenido constituye un fraude que puede tener consecuencias administrativas, penales o reputacionales.

Algunos ejemplos incluyen:

  • Cantidad falsa: declaración de ingredientes o porcentajes que no se ajustan a la realidad.
  • Identidad alterada: sustitución total o parcial de un ingrediente por otro más barato o de peor calidad.
  • Calidad adulterada: productos que no ofrecen las propiedades nutricionales o tecnológicas indicadas.
  • Conservación incorrecta: información engañosa sobre fechas o condiciones de almacenamiento.
  • Pureza comprometida: presencia de medicamentos, pesticidas o aditivos no autorizados y no especificados en la etiqueta.

Importancia de la peritación en fraude alimentario

Los informes periciales veterinarios son clave en la detección y prueba del fraude alimentario.
Un especialista en sanidad animal y control de calidad puede:

  • Identificar la naturaleza del fraude y su impacto en la salud pública.
  • Analizar muestras y verificar la trazabilidad del producto.
  • Determinar la intencionalidad o negligencia en el incumplimiento.
  • Emitir un dictamen técnico pericial con validez judicial y administrativa.

Conclusion

El fraude alimentario compromete la confianza del consumidor y pone en riesgo la salud pública. La labor pericial veterinaria garantiza que cada producto sea evaluado con rigor, detectando irregularidades y aportando las pruebas necesarias para sancionar y prevenir este tipo de delitos.

En Perivet, ayudamos a detectar, valorar y documentar casos de fraude alimentario mediante informes técnicos sólidos y objetivos.

¿Sospechas de fraude alimentario o irregularidades en el etiquetado?

La intervención pericial veterinaria permite esclarecer los hechos con precisión técnica.

En Perivet realizamos informes periciales veterinarios especializados en fraude alimentario, control de calidad y etiquetado.
Analizamos los productos, verificamos su composición y garantizamos la trazabilidad conforme a la legislación vigente.